La industria es un sector fundamental para el funcionamiento de la economía de un país. Cuanto más industrializada esté, mayores serán los beneficios para la sociedad, desde la calidad de vida hasta la demanda de empleo.
El ecosistema industrial actual se ve impulsado por la constante necesidad de modernización y mayor eficiencia para reducir los costos de producción. Optimizar los procesos de producción es un reto que depende de la colaboración integrada y automatizada de la infraestructura. Para lograrlo, las empresas necesitan una solución interoperable capaz de recopilar datos de diversos equipos, almacenarlos de forma estructurada, procesarlos para crear un flujo de decisiones en tiempo real y ponerlos a disposición de otros sistemas de forma pasiva o incluso proactiva.
El IIoT resuelve una serie de problemas mediante la monitorización, reduciendo los costes operativos de mantenimiento al alertar sobre desviaciones de los estándares en cualquier operación. Sin embargo, el proceso sigue presentando fallos si recibimos una alarma de un motor que está a punto de recibir mantenimiento cuando no hay comunicación con el sistema de control de inventario, lo que indica que no hay repuestos disponibles.
Como era de esperar, una solución que implica una infraestructura colaborativa depende de la integración de equipos y sistemas en múltiples capas que deben integrarse para crear la solución deseada:
- La primera, en el extremo del equipo, se denomina capa de integración (física), responsable de conectar y transmitir información desde activos que no siempre tienen la misma madurez dentro de la planta. Estos pueden ser equipos con interfaces de sensores analógicos (p. ej., 4-20 mA), puertos digitales, controladores (PLC) o incluso "sensores inteligentes", lo que dificulta la conexión fluida de toda esta infraestructura de forma descentralizada. Esta capa implica la investigación y adquisición de equipos de comunicaciones con diversas interfaces para la conexión a los activos deseados, con inversiones significativas en activos en rápida evolución.
- La segunda capa, la comunicación, requiere la conversión de protocolos de comunicación, que varían según el recurso de cada aplicación. Para lograrlo, la solución debe ser compatible con la lectura de cualquier protocolo. Se requiere desarrollo adicional para cada tipo de protocolo y conversión deseada.
- La tercera capa, la información, se encarga de almacenar la información en un formato estructurado y certificado por la industria. Esta información está disponible para su uso por otras herramientas y sistemas especializados. Esta capa requiere mayor desarrollo para garantizar que la información se encuentre en un formato estandarizado y aprobado por la industria.
- La cuarta capa, funcional, refleja la necesidad de gestionar y procesar esta información en tiempo real para generar alarmas y notificaciones predictivas. Es necesario desarrollar una interfaz e inteligencia que faciliten la gestión de este servicio de forma fiable y capaz de procesar las notificaciones de forma segura.
- Finalmente, la quinta capa es la capa de negocio, responsable de la interoperabilidad con los sistemas operativos, de mantenimiento y de gestión de relaciones con los clientes, generando los desencadenantes de procesos necesarios para la automatización completa de los mismos.
La mayoría de los proyectos IIoT son lentos y a menudo nunca llegan a despegar porque dependen del desarrollo interno de todas estas capas dentro de la empresa y, en consecuencia, tienen altos costos laborales.
Además de desarrollar sistemas con programadores, es necesario integrar múltiples herramientas de diferentes proveedores para crear un modelo altamente específico para la solución, incluso de forma semiautomática. El resultado es casi siempre un "Frankenstein" con poca flexibilidad y un alto coste de propiedad.
Bridgemeter fue creado para cubrir exactamente esta demanda de infraestructura colaborativa integrando las 5 capas en un verdadero proceso de digitalización (no confundir con digitalización), en un modelo llave en mano que elimina la necesidad de desarrollo, gastos del equipo de programación y tiempo de desarrollo interno, fuera del foco de negocio de la empresa.
El objetivo es implementar, sin ningún coste CAPEX, en un espacio de tiempo muy corto, una solución que ofrezca recolección de información, alertas, notificaciones, triggers y auditoría de forma totalmente automática con beneficios para la operación y mantenimiento basada en una solución como servicio.